domingo, 3 de diciembre de 2017

La pre-valencia del tiempo



Sólo prevalece,
aquello que ha sido profundamente
querido, añorado, y nunca,
acontecido.

Sólo persiste en el  tiempo,
aquello que no ha sido consumado,
cómo el beso no dado, la mano no estrechada,
y aquél abrazo perdido, en algún que otro,
sueño.

Sólo persevera,
aquello que ha conocido la derrota,
frente al espejo de sus sueños marchitos,
fusilados, no perseguidos, y
ya, muertos.

Sólo resiste,
quién ha sabido enfrentarse
a su propio abismo, golpearse el alma,
desgarrarse por dentro,
empaparse de lodo, cubrirse de cenizas,  
y luego, ir en busca de otro camino,
de su propio camino,
su destino.

jueves, 19 de octubre de 2017

El Parlamento de las Ideas




Cuando caigas muy hondo en las
profundidades de los abismos
más tenebrosos y más obscuros,
recuerda...

Tú, fuiste la pieza fundamental
que provocó ese desmoronamiento,
ese disparo colosal en el itinerario
de tu propio rompecabezas.

Cuando tomes consciencia de la
maldad que te rodea, las ofensas
que proclamas con osadía, las islas
creadas para tu propia defensa y
las miles de voces que callas para
que nadie desordene tus ideas, ya
caducas y muertas..

Sólo, allí..
encontrarás a tu propio destino,
condenándote a ser, de por vida,
una partícula maligna que jamás
será regenerada, ni tan sólo siquiera,
para crear otra ideología.

jueves, 24 de agosto de 2017

Mio



Me gustas tanto que no puedo
evitar este deseo, de no tenerte
mio, de no sentirte mio.

Me impacientas cual mariposa
desorientada sobrevolando caricias
y besos que jamas serán míos.

Me gustas, me impacientas y
me invades dentro,
tan dentro de mio…
que hasta siento miedo.

Miedo por haber llegado tarde,
por no haberte conocido…
en otra vida o en otro tiempo.

Miedo porque mi cuerpo y mente
no reaccionan,
mas que a tu mirada
esperando algún gesto.


Y hoy... tan solo hoy...
yo solo muero,

por tus besos.



jueves, 3 de agosto de 2017

Senti - miento




Escribo porque no puedo besarte
como tampoco tocarte y ni siquiera
pensarte.

Escribo porque son solo deseos
incumplidos,
expresiones tardías de un calor que
nunca fue mio.

Escribo porque no tengo derecho
a confesarte olvidado, ni de mis
sueños has sido sofocado.

Sonrío porque la existencia me grita
tu nombre todo el tiempo y mi mente
no descansa de contemplarte mio.

Sonrío por mis anhelos injustamente
reprimidos y mi tardía memoria
recordándome que llegue tarde
a tu destino.

Sonrío porque se me antoja
anhelarte aun, en este desvelo
de palabras que te pertenecen
tanto como a mi cuerpo,
nunca ofrecido.

Escribo y sonrío, por tan solo
recordarte que tanto la vida
como la muerte son participes,
de este audaz sentimiento.

Tu presencia

Todos los días, espero que sean las cinco de la tarde, para, así, escuchar tu voz.   Llevás más de cien días de encierro, fue tu c...