domingo, 3 de diciembre de 2017

La pre-valencia del tiempo



Sólo prevalece,
aquello que ha sido profundamente
querido, añorado, y nunca,
acontecido.

Sólo persiste en el  tiempo,
aquello que no ha sido consumado,
cómo el beso no dado, la mano no estrechada,
y aquél abrazo perdido, en algún que otro,
sueño.

Sólo persevera,
aquello que ha conocido la derrota,
frente al espejo de sus sueños marchitos,
fusilados, no perseguidos, y
ya, muertos.

Sólo resiste,
quién ha sabido enfrentarse
a su propio abismo, golpearse el alma,
desgarrarse por dentro,
empaparse de lodo, cubrirse de cenizas,  
y luego, ir en busca de otro camino,
de su propio camino,
su destino.

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