domingo, 23 de junio de 2019

Destino de amor


Te esperé hasta el hartazgo
con mi corazón deshecho
con todas las ganas de verte
de una buena vez por todas.

Te supliqué en silencio:
¡Salvame! y no obtuve respuestas.

Te amé más que a mi propia vida
me deshice de sueños
me anclé de esperanzas
me atornillé de suplicios
me morí muerta de asfixias
provocadas por tu ausencia.

Ahora mi destino está en tus manos
sálvame si quieres,
 o destrúyeme para siempre.

Tu presencia

Todos los días, espero que sean las cinco de la tarde, para, así, escuchar tu voz.   Llevás más de cien días de encierro, fue tu c...