viernes, 20 de noviembre de 2020

Ven, por mí

 Agazapada entre miles de sábanas

esperando tu llegada.

 

Esa espera dolorosa que hace

que todo a mi alrededor se vuelva oscuro,

insoportable, terrorífico.

 

Te espero en el abismo del dolor,

en la certeza de mis pensamientos,

en la oscuridad de mis versos,

en la sequía de mis letras

 

Letras que te extrañan, que te

hacen llover versos a borbotones.

 

De esa pasión que me conmueve,

que me paraliza, que me erotiza tanto,

que hasta el propio orgasmo me tiene envidia.

 

Envidia de querer besar tu cuerpo,

de comerlo, de devorarlo, de consumar

en una cama todos mis deseos más profundos.

 

Esos deseos que no se diluyen con el tiempo,

sino que se anticipan a tu llegada.

 

Ven por mí, o morirás

Ven por mí, o moriré

 

Pero ven, por mí.

Tu presencia

Todos los días, espero que sean las cinco de la tarde, para, así, escuchar tu voz.   Llevás más de cien días de encierro, fue tu c...