No me mires de esa manera,
tan profunda, hiriente, sobradora,
que perfora a mis pupilas y
enceguece a mis ojos.
No me hables de esa forma,
tan soberbia, hipòcrita,
llena de obcenidades y
perfectas atrocidades.
No me toques asi,
tan suavemente,
tan amorosamente,
tan sencillamente.
No me mires,
no me hables,
no me toques,
porque he de caer en la tentacion,
vida y alma mia,
de amarte hasta la muerte.
jueves, 13 de octubre de 2011
Ya no creo
Ni en Dios,
ni en el diablo,
ni en el amor,
ni en el càntico de los pàjaros.
Mi alma gruñe de espanto,
mi garganta grita un corazòn en pedazos,
mi boca helada busca la muerte sin mas labios,
mi cabeza adormecida ya no busca remansos.
Ya no creo en fantasìas,
sòlo en tristes agonìas,
y en diàfanas miradas,
que se perciben a la distancia.
No quiero pregones,
ni rezos, ni rosarios,
tampoco credos,
ni dioses falsos.
Quiero descansar...
profundo....estar en letargo,
por mucho tiempo,
por muchos años.
ni en el diablo,
ni en el amor,
ni en el càntico de los pàjaros.
Mi alma gruñe de espanto,
mi garganta grita un corazòn en pedazos,
mi boca helada busca la muerte sin mas labios,
mi cabeza adormecida ya no busca remansos.
Ya no creo en fantasìas,
sòlo en tristes agonìas,
y en diàfanas miradas,
que se perciben a la distancia.
No quiero pregones,
ni rezos, ni rosarios,
tampoco credos,
ni dioses falsos.
Quiero descansar...
profundo....estar en letargo,
por mucho tiempo,
por muchos años.
domingo, 2 de octubre de 2011
El parto de la Tierra
Los miedos afloran intrèpidos,
las azucenas pierden su aroma,
y los pinos sus raices profundas.
Las mariposas ya no vuelan,
los sauces dejan de llorar,
y los pàjaros abandonan su nido.
Las estrellas no brillan,
el tiempo se extingue,
la nueva raza comienza.
¿Estaremos preparados?,
¿Lograremos la armonia,
el amor y la paz en la Tierra?.
Pregunta al corazòn,
a la incertidumbre de la humanidad,
por siglos y siglos de tempestad.
¿Seremos capaces de transformarnos?,
¿Daremos valores a nuestras creencias?,
¿Haremos empìricas nuestras ideologìas?.
Pregunta al alma,
del corazòn de cada uno,
de la inmortalidad de nuestros cuerpos.
No dejemos morir nuestra raza,
si haber sabido asimilar,
nuestras admirables ò paupèrrimas causas.
las azucenas pierden su aroma,
y los pinos sus raices profundas.
Las mariposas ya no vuelan,
los sauces dejan de llorar,
y los pàjaros abandonan su nido.
Las estrellas no brillan,
el tiempo se extingue,
la nueva raza comienza.
¿Estaremos preparados?,
¿Lograremos la armonia,
el amor y la paz en la Tierra?.
Pregunta al corazòn,
a la incertidumbre de la humanidad,
por siglos y siglos de tempestad.
¿Seremos capaces de transformarnos?,
¿Daremos valores a nuestras creencias?,
¿Haremos empìricas nuestras ideologìas?.
Pregunta al alma,
del corazòn de cada uno,
de la inmortalidad de nuestros cuerpos.
No dejemos morir nuestra raza,
si haber sabido asimilar,
nuestras admirables ò paupèrrimas causas.
jueves, 22 de septiembre de 2011
Arribabajo
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lunes, 29 de agosto de 2011
La Reina del espanto
La reina del espanto,
se ha vestido de fiesta,
con sus manos arrugadas,
sus colmillos afilados,
y su compañera locura que la ve de cerca.
Tan de cerca que no parpadea,
no hay interferencias,
sólo una masoquista defensa,
de quien pueda entenderla.
Nunca fue honesta,
jamás hija predilecta,
ni dama de honor en ninguna iglesia.
Sólo la asesina coqueta,
que entre letras se oculta,
como la niebla, como el vapor,
como la serpiente venenosa,
que nunca la deja.
¡Oigánme he dicho!,
si no quieren padecer,
de esta altanera,
que por querer ser perfecta,
el espanto la acecha,
y se convierte en esta maléfica Reina.
se ha vestido de fiesta,
con sus manos arrugadas,
sus colmillos afilados,
y su compañera locura que la ve de cerca.
Tan de cerca que no parpadea,
no hay interferencias,
sólo una masoquista defensa,
de quien pueda entenderla.
Nunca fue honesta,
jamás hija predilecta,
ni dama de honor en ninguna iglesia.
Sólo la asesina coqueta,
que entre letras se oculta,
como la niebla, como el vapor,
como la serpiente venenosa,
que nunca la deja.
¡Oigánme he dicho!,
si no quieren padecer,
de esta altanera,
que por querer ser perfecta,
el espanto la acecha,
y se convierte en esta maléfica Reina.
sábado, 23 de julio de 2011
El amor ha muerto
El amor ha muerto,
las lloronas se preparan para su entierro,
los cuerpos agonizantes para las mortajas,
y cupido ha decidido que esta noche será su suicidio.
Música fúnebre entona la caminata,
en el cementerio la masa se mata,
los pájaros son heridos de bala,
y los árboles conspiran una falsa marcha.
Nadie puede entender,
cómo ni cuándo ha sucedido,
quien ha perjudicado a la magia,
y a las parejas que se amaban.
Muerte, tras muerte,
en cada latido,
en cada flechazo,
el amor se ha mutilado.
No comprenden los sabios,
ni los poetas,
ni los enamorados,
tampoco los ermitaños.
Pero el amor ha muerto,
y firmó su testamento,
para que nadie más,
vuelva a encontrarlo.
las lloronas se preparan para su entierro,
los cuerpos agonizantes para las mortajas,
y cupido ha decidido que esta noche será su suicidio.
Música fúnebre entona la caminata,
en el cementerio la masa se mata,
los pájaros son heridos de bala,
y los árboles conspiran una falsa marcha.
Nadie puede entender,
cómo ni cuándo ha sucedido,
quien ha perjudicado a la magia,
y a las parejas que se amaban.
Muerte, tras muerte,
en cada latido,
en cada flechazo,
el amor se ha mutilado.
No comprenden los sabios,
ni los poetas,
ni los enamorados,
tampoco los ermitaños.
Pero el amor ha muerto,
y firmó su testamento,
para que nadie más,
vuelva a encontrarlo.
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