Ni en Dios,
ni en el diablo,
ni en el amor,
ni en el càntico de los pàjaros.
Mi alma gruñe de espanto,
mi garganta grita un corazòn en pedazos,
mi boca helada busca la muerte sin mas labios,
mi cabeza adormecida ya no busca remansos.
Ya no creo en fantasìas,
sòlo en tristes agonìas,
y en diàfanas miradas,
que se perciben a la distancia.
No quiero pregones,
ni rezos, ni rosarios,
tampoco credos,
ni dioses falsos.
Quiero descansar...
profundo....estar en letargo,
por mucho tiempo,
por muchos años.
jueves, 13 de octubre de 2011
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