Tus voces,
no me perturban más.
Ha llegado a mi puerta el amor,
y yo lo dejé pasar.
Tus voces ya no me confunden,
fuiste una historia de amor,
que quedó en la nada misma.
De tanto buscar poder,
te quedaste solo,
sin mí,
sin mi honestidad,
sin mi pasión,
que nunca llegaste a conocer.
Hoy la vida me sonríe,
junto a alguien que me hace feliz,
como vos nunca pudiste hacerlo.
Te dejo con tu dinero,
bienes en abundancia y
todo tu poder perverso.
Que nunca más vuelvas a subir,
para no volverte a escuchar.
Sólo fuiste una triste mentira,
del destino, que te puso en mi camino,
por unos meses agotadores donde te escuché
sin cesar tus reclamos.
Al fin me liberé de esa cárcel,
de esclavitud,
que tú mismo me ponías.
Al fin logré,
olvidarme de vos,
con un nuevo y verdadero amor.
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