domingo, 26 de septiembre de 2021

Lujuria

Tu miembro me erotiza,

me excita, me enciende.

 

Cuando cabalgo sobre él,

se deshacen todas mis angustias.

 

Me asfixio de éxtasis,

cuando me penetras tan hondo,

tan salvaje.

 

Me transportas a un viaje de placer,

y de fuego, que arde por todo mi cuerpo.

 

Veo que tú también te excitas,

y me pongo loca, no me reconozco.

 

Se parece a la misma muerte,

de todas las ideas delirantes,

que se hallan en mi cabeza.

 

Todo es lujuria, sin temores,

ni recaudos.

 

Somos dos lobos comiéndonos ,

hasta las entrañas.

 

Todo parece tan mágico,

que las tragedias anunciadas,

por todos los profetas,

se desvanecen sobre un colchón.

 

Y te muerdo, y me muerdes,

y te entrego mi flor en celo,

y la conviertes en un estallido silencioso.

 

Esto sí, que se parece a la lujuria,

deseo y más deseo.

 

Esa es nuestra meta.

 

Llegar juntos al orgasmo y bañarnos,

de extensa pasión.

 

lunes, 9 de agosto de 2021

Te deseo

 


Te deseo como se desea,

 la primavera después de un largo invierno.

 

Te deseo como se desea,

el ocaso después de un día intenso.

 

Te deseo como se desea,

la simpleza de pensamientos,

después de las contradicciones.

 

Te deseo como se desea,

la magia de las palabras,

después de convertirla,

en un largo verso.

 

Te deseo como se desea,

las cosas imposibles,

después de hacerlas realidad.

 

Te deseo como se desea,

el orgasmo,

luego de tantas caricias

que quedamos agotados en la cama.

 

Te deseo como se desea,

la oportunidad,

después de un fracaso.

 

Te deseo y listo.

 

 

viernes, 25 de junio de 2021

Te necesito


Una avenida separa,

tu piel de mi piel,

tu boca de mi boca,

tu sexo de mi sexo.

 

No me conformo

con verte desnudo

de vez en cuando.

 

Necesito olfatearte,

degustarte, comerte a besos.

 

Los desastres de ésta maldita pandemia

nos han separado y yo no soporto más

esta situación.

 

Te necesito a mi lado.

 

lunes, 3 de mayo de 2021

El hijo del presidente

 

Ana de 36 años de edad, editora de publicaciones independientes. Un día decidió participar de una ronda de negocios para digitalizar su sello porque ella intuía que era el presente y el futuro de las ediciones del sigo XXI. Y así fue como conoció a Julián otro editor de publicaciones digitales con mucha más experiencia en este rubro  que ella. Se conocieron en una cita de negocios que habían pactado anteriormente por mail, ninguno de ellos se conocía personalmente. Y así fue que se citaron y se conocieron. Ella se sentó a la izquierda de él. Al entrar al bar ella lo reconoció por mera intuición pero no se atrevió  a saludarlo. En eso recibe un mail de Julián que le pregunta si ella estaba a su izquierda a lo que ella contestó que sí. Julián se levantó y con el celular en la mano porque estaba hablando, enseguida cortó la comunicación que tenía y le preguntó ¿sos vos Ana?,

A lo que ella asintió que sí. Enseguida Ana le mostró los libros que había publicado en formato papel y los que tenía en formato digital también. Ella quería subirlos a la plataforma de él. Pero la conversación se tornó agradable y hablaron hasta incluso de políticas del gobierno como la necesidad de una reforma laboral además del mercado digital donde Julián le comentó lo que hacía y de su experiencia. Fue una hora y media de charla, habían conectado en todos los sentidos.

Luego de la reunión Julián la acompañó a la casa a Ana y le pidió un cigarrillo a lo que Ana accedió y se lo dio, y  al llegar a la casa de Ana, se despidieron, Julián lanzó un cuídate. Ana al subir las escaleras de su casa no dejaba de pensar en todo lo que hablaron. Entra a su casa y le dice a su madre quien vivía con ella. Todo un caballero, Quedó impactada por su forma de hablar, de ser, de saber y desde allí se llamaban asiduamente intercambiando opiniones del mercado digital. Pero algo la tenía intranquila a Ana desde hace varios días, pasaba algo con su celular y pc, no funcionaban bien y buscando en el navegador se dio cuenta que alguien estaba en su pc, pensó enseguida que era un hacker y buscó en las opciones de seguridad y notó que tenía un IP diferente al de ella y lo anotó e hizo la denuncia, para todo esto alguien la llamó por teléfono y de manera macabra se burlaban de ella y luego cortaron la comunicación.  Además de todo esto , ya era un hecho, decidió cerrar su editorial por problemas económicos y se lanzó a estudiar para maestra, En eso un día al salir del curso de ingreso del profesorado, llegó a su casa y le había llegado una notificación del juzgado y debía presentarse lo antes posible. Asi que al día siguiente fue  al juzgado y le anunciaron que sí, que le estaban entrando en su cuenta pero por falta de dinero para contratar a un abogado decidió cerrar la causa.

Hasta que un día Ana al salir a la calle y subir al colectivo notó que alguien cerca de sí hablaba de ella, como que la estaban persiguiendo. Así le pasaba en el subte y hasta incluso cuando salía a fumar un cigarrillo al balcón, escuchaba que hablaban de ella. Y ahí no terminó el asunto. Un día vinieron a cambiarle la televisión por cable ya que el servicio anterior no le gustaba mucho porque los vecinos se colgaban y ella no podía visualizar bien sus programas. Entró el empleado de la compañía de cable y dijo a su compañero : viene de muy abajo, ahora van a saber  lo que es una madre . Ana escuchó y no dijo nada pero le parecía extraño, porque ella venía de abajo, de muy abajo, de clase trabajadora, de padre chapista y su madre siempre limpió casas para pagar la olla diaria de su casa. En eso les baja a abrir a los empleados de la señal de cable y cuando sube escucha del televisor: ya llegamos a ver como es el clan. Enseguida pensó en lo que había escrito en el cuaderno de obsequio que le dieron en el cumpleaños de su sobrino, donde le escribía a Julián comentándole todos sus secretos.  Y uno de ellos era el clan psicopático de su familia donde ella era la emergente de ese sistema y era paciente psiquiátrica de esquizofrenia porque su madre así lo había pedido en el hospital donde Ana estuvo internada por intento de suicidio, que le hagan un certificado de discapacidad para cobrar una asignación porque no tenía dinero suficiente para los medicamentos y los viajes al hospital, a lo que la asistente social le preguntó a la madre de Ana si Ana estaba conforme con lo que estaba por hacer. Ella no se negó en ese momento porque sabía que no había plata, aunque esto le cause rechazo, lo aceptó. Y desde ahí empezó a escuchar voces que salían del televisor como por ejemplo: esa casa me la baja, ¿se me parará cuando sea el momento? y muchas otras cosas más. Ella enseguida se descompensó y fue al hospital psiquiátrico en donde la medicaron y la doctora como hablándole a otra persona dice: Es una fantasía y ella tiene esquizofrenia pueden dejarlo como una fantasía ,y luego Ana se dirigió a su casa. No paraba de llorar y en eso le envía un mensaje de voz al whatssap de Julián diciéndole que ya sabía como eran los hospitales, porque el era de clase alta. Ella pensaba que quien la estaba persiguiendo era Julián. Desde allí él la bloqueó de su teléfono.  Ana no paraba de llorar porque lo amaba . Y seguía escuchando estas voces que le decían: mi hijo te espera desde hace tres años. Esta era una voz de mujer. Y otra voz le decía es una villera. Las voces eran del padre del sujeto, la otra  del enamorado de Ana y la otra parecía ser de su madre.

 

Hasta que un día cansada de tantas voces . Le llega una voz del padre que le dice: ¿no ves que su padre era zurdo?. Y ahí se volvió a descompensar pero más fuerte y llamó a las emergencias de psiquiatría y les comentó de las voces que la escuchaban a lo que decidieron internarla.

La médica que la atendió en la guardia, la escuchó a Ana y decidió decir esto es un arresto. Pasó quince días internada hasta que su madre decidió traerla de nuevo a su casa haciéndose cargo de ella. Cuando volvió a su casa las voces seguían ahí y ella seguía enamorada de Julián y no paraba de ver su foto en facebook y ahí le llega una voz que dice lo siguiente; ¿ya te fichó?, y vos decías que  eras fulero. Pasaban  los días y Ana escuchaba y le hablaba a esas voces . Se fue dejando llevar por su enamorado y ella seguía pensando que era Julián. Y al final una voz le dice: Me llamo Juan. Julián y Juan eran la misma persona y era el hijo del presidente. La última voz que escuchó Ana desde su balcón fue: Tiene esquizofrenia.

Augusto “El venerable”: En el mundo de los ciegos.

   Mi nombre es Arnaldo Sabio —soy reportero— y un día, estando, en mi oficina.  Me enviaron a hacer una nota a un pueblo lejano. Donde me comentaron, que una anciana, la más longeva del lugar; tenía una historia interesante e inquietante para contar, y he aquí sucintamente,  lo que extraje:

 

—En un pueblo muy lejano a la ciudad y sus modales, vive un ser y existe (aunque no lo parezca). —Según todo el pueblo es la persona más horrible que jamás haya existido. Los aldeanos dicen que su figura presenta múltiples anomalías, que su rostro está todo resquebrajado, lleno de cicatrices, y según ellos, èsto se debe a las múltiples alergias que padece desde niño.

 

—Su mirada, dicen que es muy penetrante, tanto por la oscuridad que representa como por su iris negro, que llama al terror. Los aldeanos aseguran, que el olor que emana de su cuerpo, no se asemeja ni a la más putrefacta de las violetas. Aunque lo más horrible o temible en él (que logra dejar perplejo a todo ser humano) es su nariz, que no se puede describir de lo tan horrorosa que es

 

 Aunque ellos, trataron de describírmela:

 

 Dijeron que es de tamaño grande, y  sus orificios son los más grandes que antes hayan visto, que tiene forma pero no se asemeja a nada conocido. Dicen que todo, todo en su ser es anormal, y el pueblo así lo llama y le grita cuando pasa cercano a ellos (las mismas no son tantas porque nadie quiere sentirlo cerca). —

 

 Aquí hay que resaltar su nombre, uno de los más lindos para mi gusto: Augusto, mejor conocido como el “venerable”; realmente este hermoso nombre —dicen los aldeanos— que no lo acompaña.

 

Augusto vive en una cabaña solitariamente. Bebe y come de lo que él mismo se proporciona porque ningún almacén, ni tienda, dejan que ingrese. Les comento intrépidamente aquí, que ni siquiera sienten lástima por él.

 

 Pasa los días corriendo a los animales del campo para matarlos y luego comerlos la mayoría de las veces crudos y otras cuantas más; si encuentra suficiente leña, los asa y en el rio sucio cercano a su cabaña, logra saciar su sed. Deberá ser, por esto, que por  beber del mismo… comentan los aldeanos que su aliento es tan desagradable que sería parecido a oler azufre quemado.

 

Augusto vive y nadie puede evitarlo, así lo quiso el destino, la naturaleza o Dios; aunque nadie lo acepte, él es real, no es ninguna fantasía, ni ningún sueño.

 

 El pueblo intentó matarlo muchas veces, para así, dejar de sufrir. Porque tanto ellos como él, no podían soportar la situación. Le han hecho beber cicuta,  tirado lanzas, y ¡hasta le han hecho trampas como a ratones, para que caiga en un pozo, y cayó!. Lo han intentado electrocutar con un cable de luz que se encontraba a tres kilómetros de su hogar, cuando salía del río luego, de haberse bañado. Lo apedrearon, gritándole: “demonio”, pero él resistió a todo esto, y mucho más. Aunque parezca débil por su estructura, es una de las personas más fuertes en toda la aldea.

 

Augusto nunca estudió, no sabe leer ni escribir y se comunica básicamente. El utiliza de manera extraordinaria su visión para comunicarse con los otros, y su mirada aunque de terror, es una de las más tristes que se pueden llegar a encontrar en ningún lugar. Todo en él es una fealdad novedosa, nunca antes vista.

 

Por lo cual aquí, no hay ningún tipo de exageración, sólo realidades.

 

Hemos visto lo que la aldea piensa de él, y cómo, lo ven. Pero ahora vamos a hablar de quién es él, de su vida real, de su propia vida.

 

Augusto nació en una familia de clase media alta,  y al nacer, vaya paradoja… Era el bebé más lindo, de todos, los que había tenido su familia.  Todos lo amaban, lo fotografiaban, querían tenerlo en brazos, y envidiaban todas las madres a su madre. Al crecer, más o menos a la edad de, los cinco años. Comenzó a desfigurarse, a cambiar de rostro, de estructura, y fue en ese momento de la vida en el que sus padres, se asustaron tanto de su transformación… que lo llevaron al campo. Pensando ignorantemente que los iba a matar a ellos algún día, y fue tanto su terror, que lo abandonaron allí, y escaparon.

 

Pero un anciano lo rescató de entre las malezas, y lo llevó a su cabaña donde lo crió hasta sus diez años porque luego, el anciano murió al anciano también le daba miedo, Augusto pero no tanto, y esto se debe a su vejez, misericordia y sabiduría.

 

Desde allí Augusto, se mantuvo como pudo… algunas monjas le tiraban comida por las rejas de su cabaña,  hasta que dejaron de hacerlo porque en la Iglesia se comentaba que era una especie de demonio. Para ese entonces, cuando las monjas dejaron de auxiliarlo, gracias a Dios, Augusto; ya tenía quince años y comenzó por sus propios medios a buscar su alimento.

 

Augusto a sus quince años, aún no sabía, el porqué la gente le tenía tanto miedo, y esto se debía a que nunca se había mirado al espejo; sufría de pesadillas, de alergias continuas y de incomunicación excesiva. Ningún adolescente se acercaba a él, y esto lo ponía muy triste hasta el punto, de la depresión y no hablemos de las adolescentes porque ni siquiera lo registraban—.

 

Augusto pensaba… y esta era… su mejor característica. El creía, aún, en los milagros. Tal es así, que como las monjas le habían enseñado a rezar el rosario; él pedía todas las noches que se realizara uno en él, quería dejar de sufrir, quería morir, dejar esta vida tan tormentosa, tan miserable…

 

Pero nada ocurría… su Dios no lo escuchaba, y para ese entonces, sus queridos vecinos ya le habían dejado veneno que él confundió con agua. no había muerto, para desgracia de él, y de ellos, el destino quería a Augusto.

 

Algunas veces pensaba… en que sería de su familia… a la cuál no recordaba, pero de seguro la había tenido, ya que sino: ¿cómo estaría vivo?. Augusto, muy a menudo, se preguntaba si en realidad no era un demonio, como tantos aldeanos así opinaban. También recordaba al anciano ya fallecido, José; quién había sido el único que lo había aceptado tal como era.

 

 Así pasó su adolescencia, llorando, sufriendo apedreadas, deseando morir, meditando e imaginado cómo sería su rostro, ya que sólo lo conocía, por el tacto; y este, le aseguraba, su extrema deformidad. Aunque a veces necesitaba verlo, lo quería y deseaba, con todas sus fuerzas.

 

Pasaron los días, meses, años y para éstas alturas; Augusto aproximadamente, tenía veinticuatro años ya que no se sabe con exactitud el día de su nacimiento y seguía cazando animales, bebiendo del río y sufriendo a escondidas.

 

Hasta que una noche de lluvia, salió a caminar bajo la misma, le encantaba esto… y caminó por los campos, hasta que avizoró un espejo. Él siguió caminando, y sucedió el milagro: se observó... ¡era el rostro más hermoso que antes haya visto!, ¡ahora si que no entendía nada!; o el espejo estaba en mal estado porque el campo lo había desgastado, o era la realidad… Pero…si era real… ¿por qué nadie podía observarlo?, ¿por qué todos lo veían feo? ; y el gran misterio:  ¿por qué el mismo se notaba así?.

 

Luego de haberme contado esta historia, la anciana más longeva del pueblo, llamada Gracia. Me dijo lo siguiente:

 

Señor, es que cuando uno deja de ser bebé; comienza a  realizarse la mutación. Nos convertimos en seres horripilantes, maltratados por distintas ideologías, saberes, acciones, fantasías de dinero, amor, poder; o sea controles. Así nos enceguecemos, y sólo vemos a partir de estos controles, y no con la esencia, con la que nacimos.

 

Augusto siempre fue hermoso porque esa, era su esencia, y lo sigue siendo. Por lo menos, él, pudo ver a sus veinticuatro años que su pureza sigue intacta. Sólo, que largo tiempo le llevó encontrar, ese espejo interno suyo y único, que le dio la conexión que necesitaba. Toda la aldea va a seguir pensando lo mismo, pero… pobre de ellos…

 

Augusto, hoy los observa y son ellos, los horribles. Él no puede hacer nada; tal vez ellos, algún día, logren encontrar su espejo y verse realmente.

 

Hoy Augusto, sigue viviendo; tiene ochenta y uno años. Vive aquí, en la misma aldea, y logró a pesar de su analfabetismo y poca comunicación, encontrarse consigo mismo y lograr entender su destino: que es ser reflejo de la propia humanidad. ¡Lástima que la misma no se da cuenta!.

 

… Usted señor… ¿encontró su espejo?. Le digo que a mis ciento diez años, aún lo sigo buscando. ¡Es que me perdí tanto en las distracciones de este mundo material! que hoy, es lo único, que busco.

 

 Le contesté: Recién ahora me entero de que existe ese espejo, yo sólo vivía de mis notas, de mi familia. Pero creo, que ahora para mí también, será el motivo de mi existencia: buscarlo y encontrarlo. …Tan difícil no será…, Augusto lo logró.

 

Dijo Gracia: Si, él lo logró, porque fue capaz de destruir la creencia de su fealdad que le habían impuesto. Pero: ¿usted es capaz de destruir la creencia de este relato y de los relatos en sí como reportero?. Porque sólo así logrará usted encontrar su espejo.

 

Entonces, le pregunté : ¿Por qué usted aún, con su edad y siendo la anciana más longeva de la aldea, no lo ha encontrado?. Eh… eh… porque aún sigo buscándolo, en el  mismo sitio, donde lo encontró Augusto. Adiós.

 

Así fue que Gracia, entró en su casa y se encerró, y yo con mi anotador y grabador como buen reportero, me dirigí hacia mi auto y me fui directo a mi hogar. — Aun sigo contemplando estas preguntas: ¿seré capaz?... y… ¿dónde lo buscaré?...

Tu presencia

Todos los días, espero que sean las cinco de la tarde, para, así, escuchar tu voz.   Llevás más de cien días de encierro, fue tu c...