Ana de 36 años de edad, editora de publicaciones independientes. Un día decidió participar de una ronda de negocios para digitalizar su sello porque ella intuía que era el presente y el futuro de las ediciones del sigo XXI. Y así fue como conoció a Julián otro editor de publicaciones digitales con mucha más experiencia en este rubro que ella. Se conocieron en una cita de negocios que habían pactado anteriormente por mail, ninguno de ellos se conocía personalmente. Y así fue que se citaron y se conocieron. Ella se sentó a la izquierda de él. Al entrar al bar ella lo reconoció por mera intuición pero no se atrevió a saludarlo. En eso recibe un mail de Julián que le pregunta si ella estaba a su izquierda a lo que ella contestó que sí. Julián se levantó y con el celular en la mano porque estaba hablando, enseguida cortó la comunicación que tenía y le preguntó ¿sos vos Ana?,
A lo que ella asintió que sí. Enseguida Ana le mostró los libros que había publicado en formato papel y los que tenía en formato digital también. Ella quería subirlos a la plataforma de él. Pero la conversación se tornó agradable y hablaron hasta incluso de políticas del gobierno como la necesidad de una reforma laboral además del mercado digital donde Julián le comentó lo que hacía y de su experiencia. Fue una hora y media de charla, habían conectado en todos los sentidos.
Luego de la reunión Julián la acompañó a la casa a Ana y le pidió un cigarrillo a lo que Ana accedió y se lo dio, y al llegar a la casa de Ana, se despidieron, Julián lanzó un cuídate. Ana al subir las escaleras de su casa no dejaba de pensar en todo lo que hablaron. Entra a su casa y le dice a su madre quien vivía con ella. Todo un caballero, Quedó impactada por su forma de hablar, de ser, de saber y desde allí se llamaban asiduamente intercambiando opiniones del mercado digital. Pero algo la tenía intranquila a Ana desde hace varios días, pasaba algo con su celular y pc, no funcionaban bien y buscando en el navegador se dio cuenta que alguien estaba en su pc, pensó enseguida que era un hacker y buscó en las opciones de seguridad y notó que tenía un IP diferente al de ella y lo anotó e hizo la denuncia, para todo esto alguien la llamó por teléfono y de manera macabra se burlaban de ella y luego cortaron la comunicación. Además de todo esto , ya era un hecho, decidió cerrar su editorial por problemas económicos y se lanzó a estudiar para maestra, En eso un día al salir del curso de ingreso del profesorado, llegó a su casa y le había llegado una notificación del juzgado y debía presentarse lo antes posible. Asi que al día siguiente fue al juzgado y le anunciaron que sí, que le estaban entrando en su cuenta pero por falta de dinero para contratar a un abogado decidió cerrar la causa.
Hasta que un día Ana al salir a la calle y subir al colectivo notó que alguien cerca de sí hablaba de ella, como que la estaban persiguiendo. Así le pasaba en el subte y hasta incluso cuando salía a fumar un cigarrillo al balcón, escuchaba que hablaban de ella. Y ahí no terminó el asunto. Un día vinieron a cambiarle la televisión por cable ya que el servicio anterior no le gustaba mucho porque los vecinos se colgaban y ella no podía visualizar bien sus programas. Entró el empleado de la compañía de cable y dijo a su compañero : viene de muy abajo, ahora van a saber lo que es una madre . Ana escuchó y no dijo nada pero le parecía extraño, porque ella venía de abajo, de muy abajo, de clase trabajadora, de padre chapista y su madre siempre limpió casas para pagar la olla diaria de su casa. En eso les baja a abrir a los empleados de la señal de cable y cuando sube escucha del televisor: ya llegamos a ver como es el clan. Enseguida pensó en lo que había escrito en el cuaderno de obsequio que le dieron en el cumpleaños de su sobrino, donde le escribía a Julián comentándole todos sus secretos. Y uno de ellos era el clan psicopático de su familia donde ella era la emergente de ese sistema y era paciente psiquiátrica de esquizofrenia porque su madre así lo había pedido en el hospital donde Ana estuvo internada por intento de suicidio, que le hagan un certificado de discapacidad para cobrar una asignación porque no tenía dinero suficiente para los medicamentos y los viajes al hospital, a lo que la asistente social le preguntó a la madre de Ana si Ana estaba conforme con lo que estaba por hacer. Ella no se negó en ese momento porque sabía que no había plata, aunque esto le cause rechazo, lo aceptó. Y desde ahí empezó a escuchar voces que salían del televisor como por ejemplo: esa casa me la baja, ¿se me parará cuando sea el momento? y muchas otras cosas más. Ella enseguida se descompensó y fue al hospital psiquiátrico en donde la medicaron y la doctora como hablándole a otra persona dice: Es una fantasía y ella tiene esquizofrenia pueden dejarlo como una fantasía ,y luego Ana se dirigió a su casa. No paraba de llorar y en eso le envía un mensaje de voz al whatssap de Julián diciéndole que ya sabía como eran los hospitales, porque el era de clase alta. Ella pensaba que quien la estaba persiguiendo era Julián. Desde allí él la bloqueó de su teléfono. Ana no paraba de llorar porque lo amaba . Y seguía escuchando estas voces que le decían: mi hijo te espera desde hace tres años. Esta era una voz de mujer. Y otra voz le decía es una villera. Las voces eran del padre del sujeto, la otra del enamorado de Ana y la otra parecía ser de su madre.
Hasta que un día cansada de tantas voces . Le llega una voz del padre que le dice: ¿no ves que su padre era zurdo?. Y ahí se volvió a descompensar pero más fuerte y llamó a las emergencias de psiquiatría y les comentó de las voces que la escuchaban a lo que decidieron internarla.
La médica que la atendió en la guardia, la escuchó a Ana y decidió decir esto es un arresto. Pasó quince días internada hasta que su madre decidió traerla de nuevo a su casa haciéndose cargo de ella. Cuando volvió a su casa las voces seguían ahí y ella seguía enamorada de Julián y no paraba de ver su foto en facebook y ahí le llega una voz que dice lo siguiente; ¿ya te fichó?, y vos decías que eras fulero. Pasaban los días y Ana escuchaba y le hablaba a esas voces . Se fue dejando llevar por su enamorado y ella seguía pensando que era Julián. Y al final una voz le dice: Me llamo Juan. Julián y Juan eran la misma persona y era el hijo del presidente. La última voz que escuchó Ana desde su balcón fue: Tiene esquizofrenia.
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