jueves, 24 de agosto de 2017

Mio



Me gustas tanto que no puedo
evitar este deseo, de no tenerte
mio, de no sentirte mio.

Me impacientas cual mariposa
desorientada sobrevolando caricias
y besos que jamas serán míos.

Me gustas, me impacientas y
me invades dentro,
tan dentro de mio…
que hasta siento miedo.

Miedo por haber llegado tarde,
por no haberte conocido…
en otra vida o en otro tiempo.

Miedo porque mi cuerpo y mente
no reaccionan,
mas que a tu mirada
esperando algún gesto.


Y hoy... tan solo hoy...
yo solo muero,

por tus besos.



jueves, 3 de agosto de 2017

Senti - miento




Escribo porque no puedo besarte
como tampoco tocarte y ni siquiera
pensarte.

Escribo porque son solo deseos
incumplidos,
expresiones tardías de un calor que
nunca fue mio.

Escribo porque no tengo derecho
a confesarte olvidado, ni de mis
sueños has sido sofocado.

Sonrío porque la existencia me grita
tu nombre todo el tiempo y mi mente
no descansa de contemplarte mio.

Sonrío por mis anhelos injustamente
reprimidos y mi tardía memoria
recordándome que llegue tarde
a tu destino.

Sonrío porque se me antoja
anhelarte aun, en este desvelo
de palabras que te pertenecen
tanto como a mi cuerpo,
nunca ofrecido.

Escribo y sonrío, por tan solo
recordarte que tanto la vida
como la muerte son participes,
de este audaz sentimiento.

martes, 1 de agosto de 2017

Deseos




Te deseo como se desean aquellos
besos que están destinados a perecer antes de
su primer intento.

como las espinas hieren a las
rosas para que nadie se les acerque
ni las condenen a morir.

como a los abismos en donde caen
los sentimientos de los desamparados
en una noche de insomnio
difícil de reprimir.

Te deseo,
intenso, profundo,
agónico y sediento…

en esta noche dispuesta a desaparecer,
cuando una alarma suene
y me diga que…


ya es hora de partir.


martes, 20 de junio de 2017

Eter-na




He visto a la crueldad del hombre
llamarse belleza…

a los océanos rugir
con fuerza, desesperados,
buscando otro planeta.

a niños invertidos
en moneda y a los ancianos
muertos de tristeza.

He visto a la maldad del hombre
llamarse nueva era…

madres pariendo críos sin asistencia
y padres engañados con un logo
de supervivencia.

He visto los bosques desolados,
y a sus arboles pedir clemencia…

muertos caminando de día
y vivos durmiendo cada
noche en una vereda.

He visto a la bondad del hombre
llamarse pobreza y al egoísmo,
riqueza…

Y también,
a la humanidad entera
perderse en su afán
de querer, ser eter-na.

Tu presencia

Todos los días, espero que sean las cinco de la tarde, para, así, escuchar tu voz.   Llevás más de cien días de encierro, fue tu c...