Te necesito con
urgencia
mi corazón no
deja de latir por ti,
por cada rincón
mi alma solloza,
está casi enferma
de tus silencios,
esos silencios
que no hacen mucho ruido
salvo cuando te
puedo escuchar y saber que
estás cerca de mi.
Mándame señales
con los pájaros,
con los
jilgueros, gorriones, ruiseñores,
pero mandame una
señal concreta para
vernos, para
acariciarnos, envolvernos en besos,
y destronar a la tristeza para siempre de mi
corazón
Ven, aquí te
espero como todas las noches, como todos los días,
como toda la
vida.