Y te sigo
esperando
como una imbécil,
recortando el
tiempo
en hojas
inescrupulosas
contando qué
hacer durante el día
mas allá de
pensarte.
Esta es una
obsesión dice el médico
me receto tiempo
y abstinencia de ver tu foto
todo el santo día
y le digo al médico que esto
sí, es amor del
bueno.
Es amor del
bueno, que sangra, que erotiza,
que pervierte,
que obsesiona, que no se marchita,
que no escatima
en detalles, que se juega el todo
por el todo.
Y te sigo
esperando
como una imbécil,
mientras el mate
me llora y me habla
de tu
inexistencia.
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