miércoles, 10 de octubre de 2018

Los inadaptados




Y ahí está él,
desafiando las leyes del destino,
olfateando en lugares oscuros,
buscando la cura a la ignorancia
amando pausadamente a una
poeta.

Y ahí está ella,
desangrándose de amor
buceando en mares bravíos
naufragando en el poder de
lo incierto de sus letras.

Ahí están ellos,
¿Acaso no los ves?.

Se están amando,
apresurando el tiempo,
aletargando el encuentro,
hechizándose en cada voz.

Ahí están ellos,
los inadaptados de este amor
que no encuentra consuelo.

miércoles, 26 de septiembre de 2018

Una palabra



Y no estás
Y no estoy
No estamos.

No estás
para mentirme.

No estoy para
desdecirme.

No estamos para
convertirnos en cristales.

Estamos rotos,
ajenos, enajenados,
confundidos, indecibles.

Así estamos,
sin decirnos, siquiera,
una palabra.



domingo, 2 de septiembre de 2018

La ferocidad del lenguaje



Vociferan letras veloces
dentro de mi cabeza
dejando atrás los adoctrinamientos
sensatos de un país devastado.

Llueven letras feroces
en mi intelecto, lejos de
razonamientos voraces
pertenecientes
 al capitalismo actual.

Salpican ideas perturbadoras
dentro de mi poca mentalidad
que hospicia  parangones poco
críticos de la vorágine del
mundo intelectual.

Vociferan, llueven, salpican
letras suspicaces tratando de
eliminar la muerte de un sistema
colapsado por la incertidumbre.

lunes, 13 de agosto de 2018

El desamparo





No les seas tan indiferente
a mis ojos, que se mueren,
por verte.

No les seas tan esquivo
a mis labios, que ya se muerden solos,
por imaginar besarte.

No estés a la defensiva de mi corazón
que late,  tan sólo late, de tanto
amarte.

No huyas de mi cuerpo que se
desenreda y enreda, solo, en mi lecho
de tanto desearte.

No me seas indiferente, amor,
no llegues tarde a nuestra cita,
que se me mueren los sentidos
de tan sólo imaginarnos juntos,
amándonos,
y que la angustia de una vez y para siempre
a mi corazón,  desampare.

miércoles, 18 de julio de 2018

En la noche más obscura




En la noche más obscura,
sin edad, sin tiempo…

Busco complacerme de algún
gesto promiscuo que se acerque a mí
rogando por mi celo.

Rogando sin pausa, ligero de
ropajes  y a destiempo.

Susurrando en mi  espalda
casi al filo de mi deseo
besándome capa a capa
sacudiendo todos mis extremos.

En la noche más obscura
encuentro tu deseo en mi pecho
entre espinas y jadeos.

Llegando al éxtasis de la
locura, salpicándonos
 de desenfreno.

 Y así será  la noche más procaz,
 de nuestro encuentro…

donde yacerán  fieles y orgásmicos
nuestros sexos,
nuestros compulsivos sexos,
 honrando a la luna
y a todos sus desvelos.

Tu presencia

Todos los días, espero que sean las cinco de la tarde, para, así, escuchar tu voz.   Llevás más de cien días de encierro, fue tu c...