Tu amor, mi condena

 ¿Cuántas razones más te son

necesarias para entender que

mi amor por ti es puro?.

¿Cuántas letras he de derramar

con obstinación para hacerte entender

que sólo me importas tu y nada más?

¿Cuántos desenfados tendré que sortear

en mi corazón deshecho por tu ausencia

para que sepas que lo que siento por ti es real?.

¡Aparece de una buena vez o no aparezcas nunca!

Vocifero en las noches cual dama desfalleciente

herida a ultranza de corazón vestido de  luto por tu

cinismo.

¡Ven por mi o no vengas!

Mi ausencia será tu condena y

mi amor por ti, mi prisión perpetua.

Simplemente, una poeta.

Si no eres capaz de amar mis tinieblas,

simplemente, no te me acerques,

ni me seduzcas.

Si no eres lo suficientemente honesto

con tus errores, para comprender los motivos

de los míos, no insistas, en mantener

una comunicación indecente, indolente, y

aprhensiva.

Si no puedes corresponder,

al amor sin interés, no-lucrativo,

valuándolo en monedas torpes y

especies mezquinas que datan

de los tiempos feudales,

ni siquiera, me beses.

Mis besos son contados y se

los ofrezco, a quién

sólo es capaz de merecerlos,

tanto cómo a mi cuerpo desnudo,

y  mi alma desfalleciente.

No cuentes al amor, ni maldigas

a la sencilla emoción, de amarte

y desearte aunque me duela,

            

y perderte-me

                      por ser, simplemente,

                  

                            una poeta.

Más, que, una palabra

y si acaso...

la mentira más honesta,

mentira magnánime y primigenia  

de esas, que colapsan éste mundo,

la más cruel de todas.

¿llamara por su nombre dilapidado

en hartas generaciones

a -la -palabra

más fuerte y pretenciosa

que todo ser humano es impedido de nombrar?

y si acaso...

en las más funestas contrariedades

de éste mundo, y sus exquisitos abismos

tan difíciles de sobrellevar con quietud,

y sin sarcasmo.

tan sólo, se a-cer-cara

para demostrar su debilidad,

su vulnerabilidad, su imposibilidad,

su-no-realidad.

de no ser más que una palabra teñida

por vanidades y banalidades,

en un mundo que aún no ha entendido,

la pronta - importancia de amar, por el

simple hecho de amar, al que se ama

                  

          y - nada - más.

El canto del ruiseñor

Lejos de ser una quimera,

el canto del ruiseñor se convierte

en ley, en impostura, en premonición,

en escándalo y escupitajo.

se convierte en un grito de salvación,

y exaltación,

en grito de amor.

y sacude con su canto encantado,

innumerables propósitos antes ya,

heredados.

resquebraja caminos llanos,

rodea terrenos turbios,

pedregosos y obstinados,

buscando desequilibrar las

leyes del tiempo y del espacio

nunca antes, por ningún humano,

consensuado.

el canto del ruiseñor no es ágil,

adivinatorio, ni tampoco,

puro espanto.

es un canto de coraje,

a golpes marcado,

por su propio destino,

escrito de antemano.