que se hace carne viva,
en mis adentros.
Me deja estupefacta
de emociones,
de sentimientos,
de tanto dolor.
No encuuentro
a nadie a mi alrededor.
La casa está vacía,
tan vacía que se escuchan
los ecos de mi llanto.
La soledad me paraliza,
me condiciona a vivir entre cuatro paredes,
que se desmoronan de tanta deshazón.
No espero a nadie,
nadie me espera.
¡Cuánta tristeza siente mi alma hoy!.
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