sábado, 25 de enero de 2014

Déjà vu


¡Cuán imperioso es el secreto
de tu sonrisa!

Entreabierta, sofocada, a veces
nublada, apagada y cuando lloras
renace con una carcajada como
burlándose de todos los pesares.

¡Cuántos demonios te poseen
en tu cuerpo y alma!

Agotando tu espíritu que se
debilita transmutando en otros
seres para consolidar el aprendizaje.

Y se ufana la nostalgia de tus vidas
pasadas tan marcadas.

Pero cuando la luna te abraza
tu sonrisa y tus miles de demonios,
desaparecen al menos por una
temporada.

Entregándote viva al consuelo
de tu alma que nunca envejece
y se colapsa en una infinitud imprecisa.

Casi como una orfandad mezquina
que te atraviesa y te deja suspendida en
mi vientre, como si fueses hija mía.

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