Tu sonrisa me desnudó,
de prejuicios.
Tu tan avasalladora mirada,
me penetró de frente,
e hizo temblar cada una
de mis estructuras.
Tu ansiedad,
me llenó de expectativas
insanas que proliferan
en mi interior.
Tu cuerpo delgado,
hizo que sueñe por horas,
cómo sería hacerte el amor.
Tu pelo largo rizado,
me hizo sentir suavidad
en cada uno de mis pechos.
Tú, chico del colectivo,
me aliviaste ese día del dolor
que llevaba en mis entrañas.
Ojalá, pueda volver a cruzarte
para pedirte disculpas por mi
improperio y falta de educación
y brindarte un beso en la boca,
apasionado y así comenzar,
una historia de amor.
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