lunes, 6 de abril de 2020

Algún día


El encierro me asfixia,
me perturba, me condena,
a esta soledad no elegida
pero consensuada.

Me trastorna el vacío
de mi mente y mi corazón.

La soledad es infinita, innegociable.

Me digo a mi misma,
que estaremos bien ,
pero no me lo creo,
la certeza es la soledad.

Esta soledad que no termina
nunca,
que no se quiere ir al encuentro con otro
y ese otro no está, no aparece.

Es la cuarentena obligatoria
lo sé, ya pronto pasará,
pero mi soledad es de hace años,
que ya perdí la cuenta.

Es mi consuelo saber que algún otro me leerá,
me descifrará , me amará.

Hoy no, pero tal vez algún día.

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