cada molécula, cada respiración,
cada estado de mi ánimo.
La soledad me tritura como carne picada,
como pan devorado por mi boca,
como libro malo que se deshoja.
La soledad me entumece,
me condiciona, me hace tiras,
me banaliza, me enajena.
La soledad me quiere muerta
de envidia, me quiere dilapidar
como a un muñeco feo.
La soledad no se conmueve
con mi angustia, la disfruta,
como a una serie de televisión.
La soledad dejó secuelas en mí
interminables, definitivamente
no me quiere.