Me hundo en un cementerio
de promesas sin cumplir.
Me hundo en el abismo
de mis sueños fracasados.
Me hundo en mi propio yo
colmado de contradicciones.
Me hundo en lo profundo
de mi sentir.
Ya no quedan lágrimas,
los ríos se secaron.
Ya no queda nada de lo
que un día fui.